Valor General: $6.200 CLP
Valor Estudiante: $3.800 CLP
Este libro se Encuentra Disponible en Librería FAU, Marcoleta #250, Santiago
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La acción en vivienda social ha tenido, en la mayor parte de los países, un origen estatal y masivo. En esta acción, el diseñador orienta sus concepciones y formaliza sus propuestas considerando prioritariamente las necesidades y formas de vida del habitante, el tamaño de las familias, las características de sus integrantes en cuanto a edad, sexo, actividades principales de cada uno. Además, la estructura de las familias donde se contemplan alternativas de combinación de los roles de cada integrante, tales como jerarquías, asignación de labores específicas de cada uno en el hogar, formas de relación entre ellos, etc., aparte de los otros factores tradicionales como los contextos sociales, económicos, geográficos, históricos, técnicos, etc.
Las características mencionadas, corresponden generalmente al acopio de información que se recoge en trabajo de campo, el cual se realiza en las disciplinas de las ciencias humanas y que el arquitecto proyectista realiza con metodologías y técnicas arquitectónicas, distantes de la sistematicidad epistemológica científica, teniendo presente que la mayoría de las veces está más comprometido con los recursos del mandante, que con frecuencia radica en el Estado. A su vez, el Estado, por compromisos principalmente políticos, se siente compelido a preconizar principios de rentabilidad, productividad y economía para atender masivamente una demanda social cada vez de mayor volumen.
Los recursos estatales del mandante, generalmente son limitados y sujetos muchas veces a restricciones económico-administrativas que derivan de los compromisos socio-políticos implícitos (éticos) o explícitos (normativos y/o legales) propios del manejo de bienes públicos. Esta circunstancia presiona a los agentes públicos y privados que intervienen en la construcción del hábitat residencial, a reducir al máximo los requisitos necesarios requeridos para garantizar una vida aunque sea precaria, tanto al interior de la familia como en las relaciones vecinales y de barrio. El problema hace crisis cuando el esfuerzo de los planificadores y/o programadores de la vivienda social disminuyen los niveles de restricción más abajo de los mínimos aceptables traspasando el umbral patológico de habitabilidad, motivados casi exclusivamente por incrementar la cantidad de viviendas, al costo de sacrificar los rangos adecuados de vida que requiere todo ser humano para asegurar una vida digna con actitudes y conductas positivas en su vida cívica.
Vida cívica a su vez, libre de cargas emocionales negativas que revierten el paradigma que debiera ostentar el seno familiar, en tanto refugio y lugar de comprensión, donde se restituyen los sentimientos y estados anímicos a través de relaciones afectivas en intimidad y seguridad, Así, el ser humano puede salir fortalecido después a la vida pública, integrándose a través de conductas positivas y de contribución cívica y colectiva.
Tapa blanda: –
Publicado por: Instituto de la Vivienda, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
Idioma: Español
Año: 2015.
ISSN: 0718-8358
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